Mitxel Sánchez comenzó a acudir a Karabeleko a mediados de junio. Decidió apuntarse, tras recibir una invitación desde Agifes, porque quería adquirir una rutina y coger experiencia para optar a un puesto de trabajo en Gureak.
A pesar de los pocos días que lleva en Karabeleko, apunta que se encuentra "muy a gusto". Sobre todo destaca que se siente "útil" y que la relación con todas las personas que acuden a la finca es "estupenda".
Mitxel ya contaba con experiencia previa en el mundo de la horticultura, porque en el pasado realizó un curso de cultivo en invernadero. Pero inmediatamente apunta que Karabeleko "mucho mejor, porque todo es ecológico, y los productos son más sanos y naturales”.
No tiene preferencias en cuanto a las tareas a realizar, y afirma que "me da igual, hago encantado lo que haya que hacer", aunque admite que labores como quitar las malas hierbas son las menos agradecidas.
Tiene claro que su trabajo en Karabeleko es "muy gratificante", porque permite ver cómo crece una planta que él mismo ha plantado, y como se acaba convirtiendo en un producto que va a alimentar a otra persona. "Me hace sentir útil, y además es muy bonito", subraya.
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